(Parte II)
(...) A propósito del artículo deayer vamos a dar unas breves pinceladas de la discapacidad intelectual, y en concreto del Síndrome de Down.
DEFINICIÓN DE SÍNDROME DE DOWN:
Trastorno cromosómico que incluye una combinación de
defectos congénitos, entre ellos, cierto grado de discapacidad intelectual,
facciones características y, con frecuencia, defectos cardíacos y otros
problemas de salud.
ETIOLOGIA
El SD se caracteriza biológicamente por un exceso de
material genético correspondiente al par cromosómico 21:
95% Trisomía.
4% Traslocación.
1% Mosaicismo.
CARACTERÍSTICAS
- Boca pequeña. Paladar poco profundo. Protusiónlingual.
- Orejas pequeñas y de implantación baja.
- Ojos, pliegue epicántico
- Nariz chata.
- Cabeza: Microcefálea.
- Dientes: Pequeños y maloclusión.
- Estatura:Nacen con talla y peso promedio, pero no crecen al ritmo que otros bebés.
- Pecho: Concavoo convexo.
- Piel: Seca y delicada.
- Cabello: Fino y lacio.
MANOS Y PIES: PLIEGUE SIMIANO. PEQUEÑAS. DEDOS CORTOS
TONO MUSCULAR: HIPOTONÍA
CARACTERÍSTICAS MÉDICAS
- Defectos cardíacos: Aprox.50%
- Defectos intestinales: Aprox.12%
- Problemas de visión: + 60%esotropía, miopía o hipermetropía y cataratas.
- Pérdida de la audición: Aprox. 75%
- Obesidad. Problemas metabólicos, hipotiroidismo, sedentarismo.
OTRAS:
- Infecciones.
- Problemas de tiroides.
- Leucemia.
- Convulsiones.
- Pérdida de la memoria.
1. Reducir los efectos de una deficiencia o déficit
sobre el conjunto global del desarrollo del niño
2. Optimizar, en la medida de lo posible, el curso del
desarrollo del niño
3. Introducir los mecanismos necesarios de
compensación, de eliminación de barreras y
adaptación a necesidades específicas
4. Evitar o reducir la aparición de efectos o déficit
secundarios o asociados producidos por un trastorno o situación de alto riesgo Y
todo ello se trabaja mediante una intervención global, planificada, que atienda
al desarrollo de todas las áreas: motora, perceptivo-cognitiva, de comunicación
y lenguaje, social y afectivo- emocional.
Estos son los objetivos que se plantean para el niño a
lo largo de todo el proceso de intervención en Atención temprana. (Libro Blanco
de Atención Temprana, 2005):
Pero tan importante como el niño, es el contexto en el
que se desenvuelve, y este, en los primero momentos de la vida, lo constituye
la familia. La familia en general, y los padres en particular, son un elemento
clave en el proceso para la consecución de los objetivos mencionados,
desarrollando múltiples papeles que han de ser tenidos en cuenta desde el
inicio, y a lo largo de toda la intervención.
Teniendo en cuenta esta perspectiva, los objetivos
específicos que el estimulador se debe plantear en su relación con las familias
para la consecución de la autonomía total en cuanto al cuidado y educación de
su hijo con discapacidad, son:
1. El establecimiento de los vínculos de apego
2. El garantizar la autocompetencia en el cuidado y atención
a las necesidades del niño
3. La adquisición de estrategias de intervención y
trato que han de estar en equilibrio con estrategias paternas.
Tras una acogida inicial, en la que se escucha a la
familia en el momento de crisis, se intenta resolver las primeras dudas,
esbozar lo que será el futuro de la persona con discapacidad, trasmitir confianza
en ellos mismos como padres y en la calidad de los servicios especializados…
comienza la intervención terapéutica, consistente en un número de sesiones semanales
(variable según la organización de cada centro, pero en todo caso no menos de
una sesión semanal ni más de tres), con un estimulador, y en las que han de
estar presentes, al menos uno de los padres.
El estimulador se convierte, pues, en una importante
persona de referencia para la familia, ya que ofrece un modelo de actuación
a partir del cual se inicia el aprendizaje de pautas de intervención en el
manejo del niño. Sin duda, la relación que se produce durante el proceso de
intervención tiene un fuerte componente emocional donde están implicadas las
características del niño, de la familia y del profesional, y hay que contemplar
estos sentimientos a la hora de diseñar el proceso de intervención, para que
éste transcurra de forma adecuada.
Todo profesional de Atención Temprana ha de ser
consciente de la posibilidad de que se den los problemas descritos, para poder
manejarlos y que no interfieran en la intervención terapéutica con las
familias. Existe una responsabilidad subsidiaria por parte del equipo de
Atención Temprana al que pertenece el profesional. Este equipo está formado por
psicólogos, trabajadores sociales, maestros, fisioterapeutas, logopedas,
psicopedagogos…, y que tiene diseñada una estructura y normativa que permite
que se supervisen de forma conjunta la evolución de todos los casos mediante
actuaciones de formación, coordinación y diseño de líneas teóricas y de
intervención.
Fuente: laverdad.es (Albacete)
Evolución del proceso de atención
temprana a partir de la triada profesional-familia-niño. Revista síndrome de
down i volumen 25, junio 2008 Buenas Prácticas
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