24.5.12

ARTÍCULO- EPILEPSIA INFANTIL

(...) Hoy, 24 de Mayo es el día mundial de la epilepsia, por eso me he decicido a publicar este documento a cerca de esta enfermedad, conocida, pero desconocida a la vez por todos. La mayoría hemos oído hablar de epilepsia, pero ¿qué es en concreto?, ¿porqué se produce? o ¿cúales pueden ser las causas que lo provocan?. Sabían que 1% de la población infantil la padece, dato que a primera vista puede parecer alentador ya que es un dato poco significativo,de hecho Hasta un 30% de los casos que acude a una consulta específica de epilepsia tiene otro diagnóstico diferente  pero, ¿sabríamos identificar si determinados movimientos involuntarios o convulsiones son realmente epilepsia? ahí está la cuestión. Vamos a ver paso a paso porque se carcteriza dicha enfermedad.

Afortunadamente, la epilepsia es una de las enfermedades del sistema nervioso central en el niño con un tratamiento más efectivo.
Aproximadamente en el 75% de los pacientes se controla con medicación.
El 64% de niños que ha tenido epilepsia, estará en remisión en la edad adulta, y de ellos, sólo un 16% permanecerá bajo tratamiento farmacológico.
 Para un 5% de los pacientes en los que no se logra controlar la epilepsia con medicación, hoy en día se puede hacer cirugía de la epilepsia, técnica con la cual hasta un  
 75% de los pacientes con epilepsia focal fármaco resistente puede quedar libre de crisis si es buen candidato para la operación.
 
 Qué es la epilepsia

Es una enfermedad neurológica en la que la acción de unas descargas eléctricas afecta a las neuronas cerebrales de los niños, desencadenando las llamadas crisis epilépticas. Estos ataques pueden obedecer a factores hereditarios, enfermedades infecciosas como la meningitis y la encefalitis, problemas en el embarazo o traumatismos craneales.

¿Por qué se produce la epilepsia?

El cerebro está formado por células llamadas neuronas, que se comunican entre sí mediante impulsos eléctricos. Dichos impulsos hacen que realicemos movimientos voluntarios o recibamos sensaciones procedentes del mundo que nos rodea. Las crisis epilépticas se producen por descargas desorganizadas de impulsos eléctricos en grupos de neuronas.

¿Cómo saber si el niño es epiléptico?

Es importante saber que muchos de los episodios aparentemente críticos no son epilepsias. Las convulsiones febriles o los espasmos del sollozo, no entran dentro de la epilepsia. Un niño tiene epilepsia cuando:
  • Padece de dos o más crisis convulsivas sin factores desencadenantes claros (fiebre, por ejemplo).
  • Pierde el conocimiento, presenta ausencias breves o suspensiones momentáneas de la actividad consciente manifestadas de forma reiterada.
  • Presenta contracciones musculares violentas, con sacudidas de uno o varios grupos de músculos.
  • Presenta alteraciones bucales, náuseas o sudoración excesiva, acompañadas de movimientos anormales.
Diagnóstico y tratamiento de la epilepsia

La epilepsia tiene tratamiento y los nuevos medicamentos mejoran la calidad de vida de los afectados por la enfermedad. Afortunadamente, la mayoría de los niños que la padecen pueden ser controlados con la medicación antiepiléptica. Excepcionalmente, se presentan crisis resistentes a múltiples tratamientos y, en ocasiones, necesitan enfoques diferentes como cirugía, un tipo de dieta llamada cetogénica o la implantación de un marcapasos en el nervio vago. Deben evitarse los factores que se sabe desencadenan un ataque en un niño determinado, tales como la televisión, videojuegos o luces de discoteca.
Algunos casos de epilepsia infantil se resuelven por si solos con el paso del tiempo, mientras la mayoría necesita tratamiento. Para confirmar un diagnóstico de epilepsia es necesario que se haga un electroencefalograma, un escáner y una resonancia.


¿Qué puede provocar una crisis epiléptica?

Son muchos los factores que pueden provocar crisis epilépticas en niños. En 7 de cada 10 casos no se puede identificar causa alguna, en el resto se pueden descubrir:
  • Problemas del desarrollo cerebral durante el embarazo
  • Falta de oxígeno durante o después del parto
  • Traumatismos craneoencefálicos
  • Tumores cerebrales (poco habituales en niños pequeños)
  • Una convulsión febril muy prolongada
  • Encefalitis o meningitis
  • Casos de epilepsia en los familiares.
A parte de eso, en la aparición de un ataque de epilepsia infantil pueden influir los cambios de tiempo, los cambios de ciclos lunares, la falta de sueño y las alteraciones en el descanso nocturno, factores todos ellos que incrementen las posibilidades de sufrir una crisis en niños ya predispuestos a esta enfermedad neurológica.
Fuente consultada: Guia Cómo vivir con epilepsia.

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