El juego es una herramienta a través de la
cual se puede estimular a los bebés. A través del juego, los padres y madres pueden observar el comportamiento de su hijo y
conocer cuáles son sus necesidades, que gustos tienen y cuáles son sus inquietudes. Para ello es necesario saber
elegir el momento oportuno del juego y
sobre todo que juguete u objeto es el más
adecuado para cada etapa del desarrollo del bebé ya que la estimulación
temprana debe abarcar la globalidad del bebé en todas sus áreas: tanto físico,
intelectual, emocional, como social y debe, a través de experiencias y
habilidades, crear la motivación en los niños, ya que cuando los bebés están
motivados son más felices.
La estimulación puede empezar con actividades
de contacto con el bebé, reforzando así
el vínculo emocional, afectivo. Se puede comenzar con masajes y estímulos
sensoriales, entre padres e hijos. Y posteriormente se dará paso a las
actividades de motricidad gruesa, fina, cognitivas y de lenguaje.
En el área cognitiva: Le permitirá al niño
comprender, relacionar, adaptarse a nuevas situaciones, haciendo uso del
pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que lo rodea.
Para desarrollar esta área el niño necesita de experiencias, así el niño podrá
desarrollar sus niveles de pensamiento, su capacidad de razonar, poner
atención, seguir instrucciones y reaccionar de forma rápida ante diversas
situaciones.
Área Motriz: Según el Diccionario Larrousse, la motricidad es:
“Conjunto de las funciones de relación aseguradas por el
esqueleto, los músculos y
el sistema nervioso que permiten los movimientos y el
desplazamiento del hombre y los animales”
Y según el Diccionario de la Lengua Española Espasa Calpe:
“La acción del sistema nervioso central o de algunos centros
nervioso que determinan la contracción muscular ante ciertos estímulos”. “La
capacidad de moverse”
La motricidad a su vez se puede dividir en tres áreas:
motricidad gruesa, Movimiento de las distintas partes del cuerpo voluntariamente.
Motricidad fina, Actividades que necesitan precisión, destreza y un elevado
nivel de coordinación y el esquema corporal, que se refiere a Tomar conciencia
del yo y del otro y poder localizar en uno mismo y en el otro las partes del
cuerpo, tomar conciencia del eje corporal y lateralización.
Para desarrollar esta área es necesario dejar
al niño explorar con todos los sentidos, tocar, ver, oler, y que exprese con el
movimiento lo que siente, cuando son muy pequeñitos disfrutan con llevarse
cosas a la boca, es su modo de explorar y entender su mundo. Sus movimientos
son toscos, exagerados, pero poca poco desaparecerán y darán paso a movimientos
más precisos más sutiles. Cumplido el año su prensión comienza a ser hábil y
precisa, siendo capaz de introducir una bola en una botella, construir torres
de dos cubos. Y más adelante en torno a los tres años sus juegos pasarán a ser
más sedentarios, con lápices, puzzles encajes, lo que hace pensar que hay avance
hacia una motricidad fina.
Área de lenguaje: Elemento de vital importancia,
determinar las distintas funciones que tiene el lenguaje (Halliday, 1982). Es
decir, que el niño sea competente, lingüísticamente hablando, va a implicar que
sea capaz de usar el lenguaje de forma comunicativa, utilizándolo en distintas
situaciones y con diferentes usos (mandar, pedir, preguntar, informar, utilizar
el lenguaje de forma creativa, de forma social, mostrar sentimientos) Existen
diversas teorías explicativas de los estudios referidos al lenguaje, desde corrientes
conductistas en las que aprender el lenguaje es aprender conexiones
estímulo-respuesta, u otras en las que los estudios sobre el lenguaje buscan
una explicación del proceso es decir que se creía que el lenguaje se producía
por medio del aprendizaje y la asociación.
Para desarrollar esta área
basta con apoyar cualquier situación con la comunicación y lenguaje,
respondiendo a las iniciativas comunicativas de estos. Utilizar juegos con alto
contenido verbal, promover situaciones comunicativas: cuentos, canciones, poesías…crear
actividades o juegos donde el lenguaje ocupe un papel importante.
Área Socio-emocional: Las experiencias
educativas afectivas y de socialización que rodean al sujeto a lo largo de su
vida, tienen una gran importancia y sobre todo en los primeros años de su vida
por la plasticidad cerebral. Pero sobre todo por ser donde se van a sentar la
base de desarrollo de etapas posteriores. Para el recién nacido el mundo es
caótico, pues no distinguen entre él y los demás, y poco a poco tendrá que ir organizando
su mundo para llegar a entender que existe el “yo” y los “otros” y desarrollar
la capacidad de relación de acuerdo a una serie de normas comunes.
Para poder desarrollar
adecuadamente esta área solo basta con tener uso modelos adecuados de
afectividad y socialización, y para ello es necesario la intervención de los
padres en primera instancia y de los educadores. Por ellos los valores que se
den en la familia, serán muy importantes. El afecto y las normas que se dan en
la sociedad le permitirán al niño, entender y desarrollar su propia conducta,
expresar sus sentimientos y ser una persona cada vez más autónoma.
Marta Veguillas Ocaña
Pedagoga y Diplomada Superior en Atención
Temprana
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