El diario Público presentaba de esta manera la siguiente
noticia: (Por: Anna Flotats).
“La
Comunidad de Madrid deja en el aire la atención a niños autistas”
El Instituto del Menor ordena a los centros de
atención temprana que expulsen a los niños que están escolarizados en colegios
públicos para "evitar duplicidades"
Unos 1.500 niños de la Comunidad de Madrid de 0 a
6 años con TGD y TEA (Trastorno de Espectro Autista) reciben atención
personalizada y gratuita para superar los bloqueos que les impiden estar en
contacto con el mundo. Para algunos de ellos, sin embargo, este puede ser su
último curso. En junio, el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF)
-dependiente de la Consejería de Asuntos Sociales- comunicó verbalmente a los
Centros de Atención Temprana (CAT) que los niños matriculados en escuelas
públicas con aulas adecuadas a su trastorno debían dejar de recibir el
tratamiento complementario en los centros de atención temprana a partir del 1
de julio. Según la carta que entregaron a las familias algunos centros de
atención temprana, el IMMF sostiene su decisión en que "los apoyos que
ofrece Educación en estas aulas [dentro de las escuelas públicas] son
suficientes y adecuados".
La Confederación de Autismo de
España asegura que la restricción del acceso a la atención temprana supondría
un importante retroceso en materia de avances y progresos para estos niños y
niñas que presentan trastornos generalizados del desarrollo.
Lo que supone que
muchos niñ@s que habían conseguido grandes logros no sólo a nivel educativo,
porque no nos olvidemos que desde la escuela el tratamiento que se da a estos
niños es educativo, y en cambio en los CAT son más a nivel terapéutico, se
tratan aspectos globales del niño, no solo lo meramente cognitivo o educacional,
sino la parte social, emocional tan importante en estos trastornos como en
cualquier otro. Con lo cual son tratamientos complementarios no excluyentes.
Ambos tratamientos además en ningún
caso suponen una sobrecarga o sobre estimulación para los pequeños, pues en los
centros que cuentan con un profesor de apoyo realiza unas tareas de manera
independiente, mientras que el CAT
existe un equipo interdisciplinar que trabaja conjuntamente con el pequeño para
que su desarrollo sea global y no haya diferentes formas de trabajar, con
respecto al pequeño, entre profesionales. Así psicólogos, pedagogos, logopedas
y fisioterapeutas trabajan de forma coordinada y conjunta para una correcta
evolución del niño.
No se trata de optimizar recursos,
así no se consigue nada, salvo la necesidad de acceder a más ayudas cuando el
niño las necesite, si excluimos a estos niños de este servicio lo único que
conseguiremos es un desfase en su educación y en su integración en la sociedad.
La Consejería de Asuntos Sociales, de la que
depende el IMMF, dijo que "se sigue
invirtiendo el mismo presupuesto en Atención Temprana". La consejería
apunta que "si por las
características del niño o el tipo de apoyo que recibe en el programa de
escolarización preferente de Educación, los profesionales consideran que debe
continuar en el Centro de Atención Temprana, el menor continuaría recibiendo
tratamiento en dicho centro".
Esto quiere decir que los niños tendrán que pasar
nuevamente por una evaluación que determine que niños son merecedores de este
servicio y cuáles no, con lo que conlleva un gasto a nivel emocional y físico
para los padres y los pequeños que supera, con mucho, el gasto que se ahorran
en estas plazas.
Marta Veguillas Ocaña
Pedagoga y Diplomada Superior en Atención
Temprana
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