El jefe de
Servicio de Medicina Maternofetal del Clínic y jefe del grupo de investigación
de Medicina Fetal y Perinital del Idibaps, Eduard Gratacós, han hecho un avance es especialmente significativo al constatar que se pueden demostrar problemas cerebrales, que permiten
aplicar estrategias preventivas para evitar problemas de desarrollo futuros.
Los indicadores del estado biológico que inducen el daño cerebral se consiguen mediante una resonancia magnética realizada a los bebés de un año, con el objetivo de estudiar el "cableado cerebral de los niños" es decir, la sustancia blanca neuronal del cerebro y, posteriormente, se realiza un análisis detallado a en el que se identifica la existencia de alteraciones.
Mediante la aplicación de la teoría de redes complejas, los expertos analizan qué áreas del cerebro presentan anomalías y son capaces de predecir en un 94% de los casos qué niños tendrán un test anormal en dos años.
Los indicadores del estado biológico que inducen el daño cerebral se consiguen mediante una resonancia magnética realizada a los bebés de un año, con el objetivo de estudiar el "cableado cerebral de los niños" es decir, la sustancia blanca neuronal del cerebro y, posteriormente, se realiza un análisis detallado a en el que se identifica la existencia de alteraciones.
Mediante la aplicación de la teoría de redes complejas, los expertos analizan qué áreas del cerebro presentan anomalías y son capaces de predecir en un 94% de los casos qué niños tendrán un test anormal en dos años.
Esta prueba,
únicamente, se dirige a grandes prematuros, esto es nacidos antes de la semana
30 de gestación, y a bebés con problemas de crecimiento en el seno materno.
A la espera de lograr fármacos para tratar este daño, lo que se estima que puede suceder en 20 años, actualmente son posibles terapias de estimulación precoz dirigida para corregir este problema en los dos primeros años de vida, que es cuando se sucede la principal formación del cerebro.
El equipo de Gratacós demostró anteriormente que este grupo de niños con daño cerebral podían sufrir problemas de desarrollo en el futuro, entre las que se cuentan fracaso escolar en la modalidad leve del daño.
El citado problema es "invisible" en los primeros años de vida, y cuando se pone en evidencia --generalmente a los 6-7 años-- tiene una difícil solución
A la espera de lograr fármacos para tratar este daño, lo que se estima que puede suceder en 20 años, actualmente son posibles terapias de estimulación precoz dirigida para corregir este problema en los dos primeros años de vida, que es cuando se sucede la principal formación del cerebro.
El equipo de Gratacós demostró anteriormente que este grupo de niños con daño cerebral podían sufrir problemas de desarrollo en el futuro, entre las que se cuentan fracaso escolar en la modalidad leve del daño.
El citado problema es "invisible" en los primeros años de vida, y cuando se pone en evidencia --generalmente a los 6-7 años-- tiene una difícil solución
Fuente: La razón Digital
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tus comentarios :D.