Estas
vacaciones de Semana Santa las hemos pasado en el País Vasco. Hace ya tiempo
habíamos estado en San Sebastián aprovechando que unos familiares viven en
Pamplona, y la verdad es que siempre me pareció una ciudad preciosa, pero el
resto de la Comunidad Vasca no lo conocíamos.
Para este
viaje no nos preparamos nada en especial, íbamos con amigos y con otros peques
de diferentes edades e intentar hacer planes es muy difícil, así que nos fuimos
para allá y sobre la marcha fuimos decidiendo.
El pueblo en
el cual estuvimos alojados fue Orduña, precioso pueblo situado a los pies de una
sierra montañosa. El municipio encuentra su enclave entre Burgos y las tierras
alavesas de Ayala y Arrastaria. Orduña se encuentra en un marco natural de
extraordinaria belleza y tranquilidad, por ello es uno de los destinos
turísticos más aconsejados. Además está relativamente cerca de las ciudades de
interés como Bilbao, Vitoria y San Sebastián, estando ésta última un poquito
más lejos que las otras. Y es ideal para ir con niños.
Plaza del pueblo de Orduña |
Aquí estuvimos alojados en una casa rural llamada Lupardica.
Su dueño, Xabi, nos explicó que podíamos ver y dónde podíamos comer por
la zona, por cierto un chico encantador que nos facilitó mucho la estancia y
nos ayudó en todo momento. Y aquí buscando un sitio para comer encontramos un
parque, que hizo las delicias de las peques, tanto que no quisieron irse en
toda la tarde.
Parque Infantil en Orduña |
Pero había
que proseguir el viaje, así que nos distribuimos el tiempo y los días de la
siguiente manera, cada día iríamos a una de la ciudad principal; Bilbao,
Vitoria y San Sebastián, y el último día para visitar el nacimiento del rio
Nervión.
Bilbao nos
gustó mucho, está un poco destartalado, mezclando edificios muy modernos con
los antiguos, y resulta un poco raro, pero aun así es bonita. Dimos un paseo
por el paseo al lado del río, lo cual lo tienen acondicionado para que puedas
dar un buen paseo o hacer deporte, de hecho nos encontramos con una
carrera de regatas. Llegamos hasta el Guggenheim, y vimos la araña de la
entrada, espectacular, otro parque espectacular que hay justo al lado, y por
último el famoso perro de flores en la parte superior del museo. (no entramos
al museo porque íbamos con niños muy pequeños y estaban ya cansaditos).
Vitoria nos
gustó especialmente porque es una ciudad muy tranquila, muy pequeñita y fácil
de ver con el poco tiempo que teníamos, y muy limpia. Además en muchos
restaurantes tienes menús infantiles, parques cada dos por tres, y
cambiadores!!! lo nunca visto, ja ja ja.
Y de San
Sebastián pues que puedo decir, es una ciudad que me encanta, supongo que la
playa da mucha vidilla a las ciudades porque me pasa lo mismo con Gijón. Por
supuesto de aquí no nos pudimos ir sin montarnos en el tío vivo que hay justo
al finalizar el paseo marítimo, y jugar un rato en su inmenso parque infantil,
que está justo al lado.
De San Sebastián
no os tenéis que ir sin visitar el monte Igueldo que ofrece una de las vistas
aéreas de la bahía de la concha más espectaculares, y por supuesto su
parque de atracciones, os encantará.
Foto obtenida de www.sansebastianturismo.com |
Y ya de vuelta para Madrid volvimos a parar en la estación de servicio de EL Alfoz de Burgos, el cual es restaurante, hotel y parque de bolas inmenso que entusiasmó a las peques una vez más.
Espero que os haya gustado nuestra escapada al País Vasco.
Hasta Otra!
Pues parece muy chula la escapada! el parque donde las peques no se querían ir se ve muy bonito en las fotos, no me extraña que quisieran quedarse allí toda la tarde ;-)
ResponderEliminarNosotros no hemos estado por esa zona pero todo se andará ;-)
De momento han tocado las vacaciones estando cerquita y seguimos en espera del chiquitín ;-)
Es un sitio bastante bueno para viajar con peques, la verdad, merece la pena. Mucho ánimo que ya te queda poquito. Suerte!!
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