Noticia- Una terapia para dos generaciones

Los abuelos y hermanos de menores con autismo tienen un punto de encuentro para compartir experiencias y poder formarse en cómo jugar y relacionarse de forma satisfactoria con sus familiares gracias a Apanate, que realiza talleres con este fin a través de su proyecto de Atención Temprana.

Ayudar a que los familiares directos de menores con autismo comprendan y se formen en el trato que deben dar a su familiar es el objetivo de los talleres de abuelos y hermanos que, en el marco del proyecto de Atención Temprana, ofrece la Asociación de Padres de Personas con Autismo de Tenerife (Apanate).

En estos talleres, los abuelos y hermanos no solo encuentran una guía de comportamiento con su familiar con autismo, sino que sirve también para compartir y encontrar alivio a la angustia que sienten estas personas cuando no saben cómo acercarse de forma satisfactoria al menor.

 "A los abuelos, a veces, les resulta difícil comprender a su nieto, y este a ellos. Se trata de una figura en el ámbito familiar muy importante, porque son personas que pasan mucho tiempo con los menores y que aporta la visión del nieto como niño, que quiere jugar. Por ello, en los talleres se les forma en cómo hacerlo".

Pero, quizás, uno de los aspectos más positivos de este taller, en el que participan en la actualidad cerca de una quincena de personas, es que los abuelos encuentran un lugar donde compartir experiencia y angustias con personas que les entienden porque están en la misma situación. Por lo que la iniciativa se convierte en un soporte moral y anímico para los abuelos.

Por ello no son extraños testimonios como el de Carmen María Duque. "Cuando se llega por primera vez, uno se encuentra acogido por los demás. Casi siempre se tiene mucha angustia. Al compartirla poco a poco se va aceptando, viendo que hay que seguir luchando y disfrutar de ellos, ayudarlos y comprenderlos", explica.

"Las reuniones -continúa- están llevadas por los terapeutas. Se habla de la relación con nuestros nietos; cada persona opina y todo esto hace que se enriquezca nuestro conocimiento para podernos relacionar con ellos. Se consigue. Se consigue un muy buen ambiente".

Con el mismo objetivo de formar, guiar y compartir experiencias se realiza el taller de Hermanos, en el que participan en la actualidad cerca de ocho personas. Al igual que con los abuelos, uno de los aspectos más positivo de esta iniciativa es que los hermanos pueden compartir sus angustias, pero también sirve para aportar tranquilidad a los padres, quienes procuran que exista una buena relación entre sus hijos y se preocupan por el bienestar de ellos.

"Cada actividad tiene su contenido diferente, donde se mueven emociones y sentimientos por primera vez compartidos con otras personas. Pero que lo común de cada uno es ver cómo hay personas que pasan por lo mismo que tú, que sienten lo mismo que tú, y que pueden escucharte teniendo la total certeza de que te van a comprender", señala una de los hermanas que participa en el taller.

(...) Cuando un niño nace con discapacidad comienza una vida nueva para la familia, la familia entendida, no sólo la que forman los padres y  el recién llegado, si no también abuelos, y tíos, e incluso, en algunos casos, amigos de la familia que van a estar en contacto directo con el pequeño. Por ello es importante tener en cuenta que el proceso de duelo lo pasan, los padres en primera instancia, pero el resto de la familia también,  porque de igual manera existe una proyección de futuro  hacía el pequeño y que de pronto se ve truncada por la discapacidad.

Por ende es importante que cuando se lleva a cabo una intervención con los padres, esta se extrapole al resto de la familia, para que todos sepan de qué modo pueden intervenir con él y que no exista una frustración en el intento de acercamiento a los pequeños.

A veces no hace falta hacer una estimulación, para eso están los profesionales, pero muchas otras son los padres, abuelos y tíos quienes nos piden ayuda en algo tan simple como es el juego. En ocasiones nos hemos encontrado con padres que nos lanzan la siguiente pregunta:

¿Cómo juego con él?

Fuente: Diario On-line Tenerife

Marta Veguillas Ocaña

Pedagoga y Diplomada Superior en Atención Temprana