Hace un par de meses, se publicó
esta noticia que, creo, muchos habréis leído.
He querido comentarla, hoy, para todos aquellos pequeños y sus familias que
tanto sufren por el rechazo de esta sociedad tan poco integradora.
Annie Clark es una niña de 7 años de edad que, pese a que
nació sin manos por una malformación, ha ganado el Premio Especial Nicholas
Maxim por Excelencia en Caligrafía ya que ha logrado mantener una escritura
fluida, sin errores con precisión.
La pequeña Annie fue seleccionada por la compañía que organiza la competencia tras haber enviado una muestra de su escritura en la categoría general y su letra fue elegida como la mejor de todos los alumnos de primer grado de su colegio.
La pequeña Annie fue seleccionada por la compañía que organiza la competencia tras haber enviado una muestra de su escritura en la categoría general y su letra fue elegida como la mejor de todos los alumnos de primer grado de su colegio.
Annie pudo entrar en dicho concurso gracias a su profesora,
Linda Messner, que le envió una nota a los organizadores del evento
explicándoles la condición de la pequeña para que participara en la categoría
para personas con discapacidad.
Así lo hizo, y ganó.
Únicamente quería resaltar con este
artículo que los niños que nacen con malformaciones, síndromes, cursan con
algún trastorno a lo largo de su desarrollo, etc. no son niños que valgan menos
o que no tengan las mismas capacidades que otros, simplemente tienen
capacidades distintas, y hay que pararse a conocer cuáles son esas capacidades
y conseguir potenciarlas al máximo para que puedan conseguir logros como los
que consiguió Annie Clark.
Albert Einstein, Isaac Newton en su infancia, demostraron cierta dificultad
para expresarse, Albert Einstein, no empezó a hablar hasta la edad de 3 años,
por lo que aparentaba poseer algún retardo que le provocaría algún problema.
Este retardo no era otro que el síndrome Asperger. Este síndrome es un trastorno
del desarrollo que se manifiesta en tres ámbitos: las interacciones sociales,
la comunicación y el lenguaje y las habilidades o capacidades de ficción e
imaginación». La característica principal de esta alteración es que durante los
tres primeros años de vida no se produce retraso cognitivo, es más, los niveles
de funcionamiento intelectual son normales o altos.
A lo que me quiero referir es que nunca se nos
habría pasado por la cabeza que algunos de estos genios, como los denominan
algunas personas del campo de la ciencias poseían un TGD, o lo que es, un
trastorno generalizado del desarrollo. Resumido en una frase, “no son discapacitados, solo que tienen capacidades diferentes”.