Pixabay |
En el
desarrollo de habilidades como la musical, al igual que ocurre con el otras
aptitudes intelectuales, el componente genético es muy importante. Pero igualmente
de importante es la estimulación que recibamos durante los seis primeros años
de nuestra vida. Así que muchas veces la
expresión, ¡es que tengo mal oído!, se debe en parte a este factor, es decir, que
hayamos estado poco estimulados en la infancia y que nuestras neuronas no hayan
establecido las conexiones necesarias, para desarrollar nuestra inteligencia
musical.
Puede
parecer que la inteligencia musical, sea algo que a menos que nos dediquemos a
esta profesión, no sea de gran valía, pero es que resulta que es desarrollo de
esta aptitud está relacionada estrechamente relacionada con el aprendizaje de
idiomas y con el desarrollo de las habilidades matemáticas, entre otros
factores.
Inteligencia
Musical es la facilidad que tiene una persona para identificar diversos sonidos
y percibir sus elementos como, intensidad, dirección, tono, timbre y
frecuencia.
- Beneficios del desarrollo de la Inteligencia Musical.
- Alta capacidad de atención y concentración
- Aumento de la discriminación auditiva
- Desarrollo de la memoria visual y auditiva
- Desarrolla el ritmo y las habilidades motrices
- Potenciar la creatividad
- Facilitar la expresión emocional
- Favorecer el desarrollo del lenguaje
- Facilitar el aprendizaje de idiomas y de las matemáticas
Con la
de aspectos positivos que tiene la música merece la pena incorporar algunas
actividades y juegos relacionados con esta aptitud. Vamos a ver alguno de
ellos:
Orquesta familiar: Podemos hacer dos modalidades:
1) cada miembro de la familia tiene que escoger un instrumento y buscar la
manera de fabricarlo con objetos que haya en casa. 2) Igualmente cada miembro
ha de escoger su instrumento y ha de hacer mímica para que el resto de la familia
lo adivine. Con esta actividad estamos
trabajando la iniciativa personal, y la creatividad.
Imagen |
El juego de las sillas. Clásico donde los haya, los
niños tienen que dar vueltas alrededor de un grupo de sillas al ritmo de la
música. Cuando esta para, todos consiguen sentarse menos uno... que es el que
se queda eliminado. Con esta actividad se trabaja el ritmo, la rapidez
ejecutiva y la discriminación auditiva.
Imagen |
Somos estatuas. Otro clásico, en él los niños
bailan al ritmo de la música hasta que esta para. Entonces todos se convierten
en estatuas. El que no se para a tiempo y sigue moviéndose, pierde.
Escucha
¿Qué canción es? Se trata de adivinar el instrumento que está sonando o la
canción escuchando unos segundos de la pieza. De esta manera se estimula la
memoria y la discriminación auditiva.
Y ya por
último una recomendación, siempre que haya que hacer alguna tarea tipo
doméstica como recoger los juguetes, es mejor si lo hacemos con música de
fondo. O qué tal si durante el baño incluimos alguna canción, ya sea cantada, o
escuchada. Lo más importante es echarle un poco de imaginación y buena música.
Creo que hemos jugado a todos esos y les encanta. YO no tengo nada de oido musical y creo que estos peques tampoco son mozart, pero eso no quita que les encante hacerme conciertos, improvisen instrumentos de cualquier cosa y bailen como locos en cuanto tiene ocasión :D
ResponderEliminarClaro, no se trata de ser una experta en musica, si no mas bien disfrutar de esta actividad.
Eliminar